Mattias Skjelmose logró una victoria estratégica en la sexta etapa de París-Niza, compitiendo astutamente junto a Matteo Jorgenson y Brandon McNulty. Sin embargo, Skjelmose no colaboró plenamente durante la carrera. «Estaba mejor posicionado que ellos en la clasificación general, lo que me permitió jugar de esa manera», explicó Skjelmose tras la carrera.
Un triunfo inesperado y bienvenido
«Estoy muy feliz y sorprendido. Me sentí bien todo el día, pero fue un día especial. Necesitabas un poco de suerte», comenzó Skjelmose en la entrevista posterior a la carrera. «El equipo hizo un trabajo perfecto hoy. Después de que Mads (Pedersen) fuera atrapado en la fuga temprana, continuó trabajando. Es gratificante lograr cerrarlo de manera efectiva».
La decisiva maniobra de Skjelmose
Después de un ataque de Jorgenson en la final, la respuesta de los perseguidores no llegó, lo que llevó a Skjelmose a tomar la iniciativa. «Pensé que otros corredores de la clasificación como Remco (Evenepoel) o Primoz (Roglic) cerrarían la brecha. Como no lo hicieron, lo intenté yo. Junto con Brandon, pude cerrar la brecha. Después, pude jugarla tácticamente bien, pues ellos estaban mejor posicionados en la clasificación».
Reflexiones sobre la victoria y el futuro
«No es tan gratificante ganar de esta manera. Los otros chicos eran más fuertes. Por eso, no creo que ganar la clasificación general sea posible. Aunque en el ciclismo han ocurrido milagros más grandes. En cualquier caso, mi forma es buena», concluyó Skjelmose.