En una impresionante demostración de fuerza colectiva, el equipo UAE Emirates logró posicionar a tres de sus ciclistas entre los cuatro primeros en la prestigiosa carrera de Milán-Turín. Jan Christen lideró el grupo con un admirable segundo lugar, seguido por Marc Hirschi en tercera posición y Diego Ulissi cerrando el cuarteto en el cuarto puesto. No obstante, a pesar de este logro, el equipo aspiraba a más.
Expectativas no cumplidas
Marc Hirschi, en declaraciones post-carrera, expresó la ambición del equipo: «Tener segundo, tercero y cuarto es bueno, pero no era lo que esperábamos». La estrategia de UAE Emirates estuvo marcada por la espera de una acción de BORA-hansgrohe para cerrar el hueco con Alberto Bettiol, algo que finalmente no se materializó, dejando a sus corredores rezagados en la lucha por la victoria.
La situación táctica en carrera
Con tres corredores en el grupo perseguidor, UAE Emirates tuvo una participación limitada en la persecución. Hirschi reflejó esta situación al señalar: «Es fácil hablar después. BORA-hansgrohe tenía cinco, era responsabilidad de ellos». Destacó también las dificultades de comunicación y la ausencia de su vehículo de equipo, que complicaron aún más su estrategia durante la carrera.
Una victoria inalcanzable
A pesar del impresionante resultado colectivo, el equipo reconoció la superioridad de Alberto Bettiol en esta jornada, señalando su merecida victoria frente a los esfuerzos tácticos y físicos de sus perseguidores. La carrera de Milán-Turín una vez más demostró ser un escenario de sorpresas y confirmaciones en el ciclismo profesional.
Conclusiones
La actuación de UAE Emirates en Milán-Turín deja lecciones importantes sobre la dinámica de equipo y la importancia de la comunicación y la táctica en momentos críticos de la carrera. Mientras el equipo celebra su logro, también reflexiona sobre lo que podría haber sido una victoria con un enfoque diferente.