**Anna Shackley se retira del ciclismo profesional**
La ciclista de 22 años, Anna Shackley, ha tenido que ponerle un abrupto fin a su carrera debido a un problema cardíaco, tal como lo ha confirmado su equipo, SD Worx-Protime, a través de un comunicado de prensa.
Descubrimiento del problema de salud
En enero, se descubrieron arritmias cardíacas en Shackley, lo que llevó a realizar una evaluación más exhaustiva en el Maxima Medisch Centrum, en Veldhoven. Los resultados revelaron varias anomalías, obligándola a detener toda actividad ciclística y someterse a pruebas más detalladas en un hospital de Barcelona, cerca de su residencia. Estas evaluaciones concluyeron que su condición es incompatible con una carrera deportiva de élite.
Una promesa del ciclismo femenino dice adiós
Danny Stam, director deportivo de SD Worx-Protime, ha expresado su pesar por el prematuro fin de la carrera de Shackley, considerada una de las grandes promesas del pelotón femenino. «Es especialmente trágico para ella, que tenía que cesar su actividad deportiva tan repentinamente», señaló Stam. Sin embargo, se mostró aliviado de haber prevenido complicaciones más graves y aseguró que el equipo buscaría formas de apoyar a Shackley en su transición fuera del deporte profesional.
Desde su profesionalización en 2021 con el equipo SD Worx, Shackley demostró ser una corredora con un brillante futuro como escaladora y en la clasificación general, logrando posiciones destacadas en competiciones importantes y subiendo al podio en los campeonatos mundiales y europeos de jóvenes.
**Ibai Azurmendi también cuelga la bicicleta**
En un caso similar, Ibai Azurmendi, de 27 años, anunció en las redes sociales su retiro del ciclismo debido a problemas cardíacos, después de recibir la recomendación médica de no continuar compitiendo. Durante sus cinco años de carrera profesional con Euskaltel-Euskadi, Azurmendi se destacó en varias competiciones, incluida su participación en la Vuelta a España.
Un adiós prematuro
El deporte del ciclismo se ve nuevamente afectado por la pérdida de dos atletas talentosos a causa de problemas de salud irreconciliables con la alta competición. Estos casos recalcan la importancia de la detección temprana de afecciones cardíacas y el seguimiento médico estricto para los atletas de alto rendimiento.