La vida después del profesionalismo
Tras retirarse como profesional, Tom Dumoulin sigue encontrando en el ciclismo y el atletismo maneras para disfrutar del deporte. A pesar de haber dejado los días de entrenamiento riguroso, Dumoulin sorprende con notables actuaciones en carreras y mantiene su amor por el ciclismo, reveló en una conversación con WielerFlits.
El ciclismo como disfrute personal
El ciclismo ya no es su trabajo, sino un medio para disfrutar. “Ahora monto en bicicleta por diversión”, menciona Dumoulin, quien aún se mantiene activo en este deporte, aunque con menos frecuencia durante el invierno debido a la lluvia. Su zona predilecta es la Voerstreek en Zuid-Limburg, área que le es muy familiar y apreciada.
Un vínculo irrompible con la bicicleta
Dumoulin subraya que, aunque su frecuencia en bicicleta ha disminuido, los momentos en que decide pedalear son para él una oportunidad de disfrutar plenamente y, a veces, de exigirse en la carretera.
El correr como nuevo desafío
Además de ciclismo, Tom se ha inclinado hacia el atletismo. Después de impresionar con un excelente tiempo en la Media Maratón de Ámsterdam el año pasado, tiene planes de correr una maratón completa este año. Aunque no está dispuesto a entrenar extensivamente, aspira a mantener un equilibrio entre disfrutar corriendo y alcanzar un tiempo objetivo que refleje su capacidad.
La justa medida entre dos pasiones
Pese a su interés en el atletismo, el ciclismo conserva un lugar especial en su rutina. Para Dumoulin, el ciclismo le ofrece una forma de relajación y disfrute del paisaje, mientras que correr presenta desafíos que lo motivan a mejorar. Concluye aceptando que, en el ciclismo, ya no buscará mejorar sus marcas personales, sino mantenerse activo y disfrutar del deporte.
El futuro de Dumoulin en el deporte
En resumen, Tom Dumoulin ha encontrado en el ciclismo y el correr un equilibrio perfecto para seguir vinculado con el deporte. Aunque sus días de competición profesional han quedado atrás, su pasión por el deporte permanece intacta, demostrando que aun fuera de la competición de élite, la bicicleta y las zapatillas de correr siguen siendo sus compañeras fieles.