Tim Merlier ha logrado su segunda victoria de etapa en el Giro d’Italia. Sin embargo, no fue un sprint fácil. Tanto Merlier como su competidor, Jonathan Milan, tuvieron que arrancar desde muy atrás en el caótico final.
Una victoria que no fue fácil
En una entrevista inmediatamente después de la carrera, Merlier no pareció preocupado por las dificultades. «Cuando alcanzo mi velocidad máxima, sé que puedo ganar. Especialmente cuando uso mi traje de Castelli«, bromeó Merlier, haciendo referencia a la reciente renovación de contrato con su patrocinador italiano de ropa.
La estrategia detrás del éxito
«En los últimos kilómetros, intentamos organizarnos con la ayuda de Julian Alaphilippe, entre otros. Sabíamos cuáles eran los puntos clave y siempre estábamos en buena posición. No estaba en la línea perfecta al final, pero fue lo suficientemente buena. El último kilómetro fue muy rápido, me sorprendieron esos dos giros, pero encontré mi momento. Comencé mi sprint, tuve que pasar alrededor de otro corredor, pero al final, lo logré.»
Una victoria única para Merlier
Esta victoria es bastante única para Merlier. Es la primera vez en su carrera que gana dos etapas en una gran vuelta, y también es la primera vez que no lo hace en la primera semana. «Los críticos estarán decepcionados«, comentó con una sonrisa el corredor del equipo Soudal Quick-Step.