Una victoria épica en Livigno
Tadej Pogacar, el prodigio esloveno del UAE Emirates, ha grabado su nombre por cuarta vez en el palmarés del Giro d’Italia tras una actuación estelar en la etapa reina. Con una estrategia que lo llevó a dejar atrás a todos los escapados y sacar minutos de ventaja a sus más cercanos perseguidores, Pogacar describió su victoria como «uno de mis mejores días» durante el flashinterview post-carrera.
El duro camino hacia la victoria
“Fue una etapa hermosa. El recorrido, las ascensiones, todo se alineó a mi favor. Desde diciembre, este era el objetivo y como equipo, controlamos la carrera magistralmente. Los últimos quince kilómetros fueron cruciales; ahí fue donde di mi todo”, relató emocionado Pogacar, cuya predilección por Livigno no pasó desapercibida.
La táctica que desbancó a Quintana
Al encontrarse a solo catorce kilómetros de la meta, el líder del UAE Emirates implementó una ofensiva que descolocó a los competidores aún en fuga. Con la acertada colaboración de Rafal Majka y un viento favorable, Pogacar lanzó un ataque decisivo. “Trabajamos juntos, manteniendo a los fugados a raya. Cuando el viento nos favoreció, supe que era el momento de atacar”, explicó el esloveno.
La captura de Nairo Quintana
Entre los competidores superados en el último tramo se encontraba Nairo Quintana, quien había conquistado la edición del Giro hace diez años. Pogacar, con una mezcla de respeto y admiración, recordó cómo de joven se frustraba con las tácticas de Quintana contra figuras como Froome. “Pero hoy”, admite con una sonrisa, “demostró por qué es uno de los grandes, al igual que Georg Steinhauser, quien también tuvo un desempeño admirable”.
Con esta victoria, Tadej Pogacar no solo consagra una vez más su nombre en la historia del ciclismo sino que también establece una prometedora proyección hacia el Giro 2024, donde ya lo sitúan como el principal favorito a llevarse la maglia rosa.