Un triunfo significativo en Oropa
En una espectacular jornada, Tadej Pogacar se impuso en la segunda etapa del Giro d’Italia, culminando la jornada con una victoria en la ascensión final hacia el Santuario di Oropa y arrebatando la maglia rosa a Jhonatan Narváez. Detrás de él, Daniel Felipe Martínez ocupó la segunda posición, seguido de Geraint Thomas en tercero.
Los desafíos de la segunda etapa
Desde el inicio sin Robert Gesink, afectado por una caída en la previa, la carrera prometía emociones. Una fuga temprana de cinco ciclistas italianos marcó el ritmo, mientras equipos como INEOS Grenadiers y UAE Emirates controlaban el pelotón a favor de sus líderes.
Complicaciones en el recorrido
La etapa no estuvo exenta de caídas, siendo una de las víctimas Olav Kooij, quien a pesar de sufrir lesiones, continuó en competencia. Otro momento crítico se dio cuando Andrea Piccolo decidió atacar, logrando una ventaja significativa antes del pelotón.
El momento clave en Nelva
Ya en la subida a Nelva, la carrera vivió instantes de tensión con una nueva caída, esta vez involucrando a Domenico Pozzovivo. Sin embargo, sería una avería mecánica la que pondría a Tadej Pogacar en aprietos, aunque el esloveno no tardaría en reintegrarse al grupo principal.
Ataque decisivo de Pogacar
La verdadera emoción llegó en la subida final hacia Oropa. Pogacar lanzó un ataque feroz a 4,5 kilómetros de la meta, dejando atrás a todos sus rivales, incluido un persistente Ben O’Connor. Este movimiento no solo le aseguró la victoria de etapa sino también el liderato general.
Una llegada de poder a poder
Mientras Pogacar celebraba en solitario, Martínez y Thomas emergían como sus más cercanos perseguidores, aunque sin poder inquietar el sólido liderato del esloveno. La batalla por las posiciones subsiguientes también ofreció emociones, con ciclistas como Fortunato y Lipowitz mostrando su fuerza.
Pogacar asume el liderato
Al final, el desgaste pasó factura a O’Connor y a otros aspirantes al podio, mientras que Narváez entregaba la maglia rosa a un imponente Tadej Pogacar. El esloveno, con esta victoria, no solo reclama la cima del podio sino que se posiciona como el hombre a batir en lo que resta del Giro d’Italia.