Remco Evenepoel comienza hoy la última etapa de París-Niza con una diferencia de 36 segundos detrás del líder, Brandon McNulty. A pesar de no poseer las mejores posibilidades de ganar la carrera francesa, el campeón belga no se da por vencido. La etapa final parece propicia para un cambio drástico en la clasificación.
Una Mirada a la Final Explosiva
Tras una etapa de montaña bajo la lluvia el sábado, con meta en La Madone d’Utelle, Evenepoel contempla con optimismo el recorrido final de ida y vuelta a Nice. La ruta promete ser corta y explosiva, llena de ascensos, incluyendo la Côte de Levens, Côte de Châteauneuf, Côte de Berre-les-Alpes, Côte de Peille, Col d’Èze y el Col des Quatre Chemins. «Definitivamente es posible, pero tiene que ser de una manera inteligente», considera el líder de Soudal Quick-Step. Ve en la última subida, el Col des Quatre Chemins, una pendiente suficiente para crear una diferencia de medio minuto, seguido de un descenso donde poco puede recuperarse.
Estrategia y Condiciones
Evenepoel prevee una etapa disputada al límite. «Serán tres horas y media de guerra total. Cien kilómetros a tope. Ya veremos qué sucede». Aunque las condiciones meteorológicas han sido desfavorables en los últimos días, Evenepoel asegura no haber sentido frío, incluso en la ascensión final, aunque reconoce haber estado al límite. Confía en que su energía y el rendimiento de sus piernas hablarán por sí solos en esta prueba decisiva.
Optimismo Hasta el Final
Mientras se prepara para esta etapa crucial, el campeón belga se muestra optimista sobre sus posibilidades, a pesar de la desventaja con la que parte. La combinatoria de una ruta exigente y la determinación de Evenepoel, plantea un escenario emocionante para el cierre de la París-Niza.