Después de una actuación menos que óptima en París-Niza, el esloveno Primoz Roglic parece estar listo para competir por la victoria final en la Vuelta al País Vasco. Su desempeño en la contrarreloj inicial dejó clara su intención.
Un inicio prometedor para Roglic
El líder del equipo BORA-hansgrohe demostró su fuerza desde el inicio, marcando un tiempo final impresionante en Irun. Sus principales rivales para la victoria general, Remco Evenepoel y Jonas Vingegaard, quedaron a once y quince segundos de distancia, respectivamente. «Esto es increíble, ¿verdad?» comentó a Eurosport con una sonrisa. «Mis piernas estaban claramente en buena forma. Me sentí fuerte durante toda la carrera».
Un pequeño desvío no frena a Roglic
A pesar de su fuerte desempeño, el ciclista de 34 años no tuvo una prueba contra el crono perfecta. Roglic se desvió brevemente justo antes de la meta. «Cometí un error cerca del final, pero por suerte pude corregirlo. Aún así, fue suficiente para lograr el mejor tiempo».
Entre risas, Roglic compartió una anécdota de su prueba: «Probablemente reconozcí el recorrido demasiadas veces, siempre giraba a la derecha en esa sección. Lo hice de nuevo, pero luego me di cuenta de que me había pasado la meta. ¡Así que tuve que volver!», comentó, encontrando humor en la situación.
Buscando redención después de París-Niza
El esloveno estaba evidentemente de buen humor después de la carrera, especialmente considerando su reciente desempeño en París-Niza. «Las cosas no salieron como esperaba. Trabajé duro después de París-Niza para estar listo aquí, en una nueva competición, y valió la pena. Sin embargo, esta fue probablemente la etapa más fácil de la semana. Nos esperan muchas más montañas. El último día será decisivo«, anticipa Roglic, mirando hacia los desafíos que aún están por venir.