Tadej Pogacar se mostró notablemente cercano a la victoria en la icónica carrera de Milán-San Remo. A pesar de realizar dos impresionantes ataques, el esloveno no logró distanciarse de sus competidores. Tras la carrera, admitió ante las cámaras de Eurosport que el recorrido no fue lo suficientemente exigente como para que un escalador pudiera marcar la diferencia. Esta edición se convirtió en la más rápida en la historia de La Primavera.
Un Plan sin los Resultados Esperados
Tadej Pogacar, en conversación con Philippe Gilbert, confesó: «Nos faltó un diez por ciento en la Cipressa y hacia adelante«. UAE Emirates, su equipo, era anticipadamente favorito para endurecer la carrera, sin embargo, pareció consumir sus recursos prematuramente. Solo Tim Wellens e Isaac Del Torro, compañeros de Pogacar, pudieron apoyarlo en la penúltima ascensión.
La Poggio no Fue Decisiva
«No conseguimos hacer lo suficientemente dura la subida a la Poggio. Hoy fue una de las carreras más fáciles que he disputado. Especialmente, las primeras horas no fueron muy intensas», indicó Pogacar. Para el bicampeón del Tour, la carrera no alcanzó el nivel de dificultad necesario como para favorecer a los corredores de montaña, aunque reconoció que estuvo cerca: «tenía unas piernas increíbles«.
Una Tercera Plaza Satisfactoria
El corredor del UAE Emirates concluyó que el tercer puesto fue lo máximo a lo que pudo aspirar. «Como dije antes de la carrera: todo debe ser perfecto para que pueda ganar aquí. Hoy no fue así, por lo que debo estar satisfecho con este resultado«.
Reflexiones Finales
La declaración de Pogacar tras Milán-San Remo arroja luz sobre la naturaleza impredecible y exigente del ciclismo profesional, donde incluso con una preparación meticulosa, el resultado nunca está garantizado. Este evento añade otro capítulo emocionante a la rica historia de La Primavera, subrayando la mezcla de táctica, resistencia y, a veces, la necesidad de ese poco de suerte adicional para cruzar la línea de meta en primera posición.