El joven sprinter de 19 años del equipo Soudal Quick-Step, Paul Magnier, logró su segunda victoria en sprint de la temporada en la Tour of Oman, cosechando elogios por doquier. Sin embargo, el joven francés sigue planificando su carrera de manera tranquila, sin incluir por ahora clásicas importantes o grandes vueltas.
Un liderazgo discreto
“En la reunión del equipo por la mañana ni siquiera fui designado como el líder del equipo”, explicó ante la cámara. “Hoy fue normal para Luke, ya que él debía ir por bonificaciones. La llegada era empinada, así que mis piernas dolían. Pero estaba en una buena posición con Luke a mi rueda, y él también se lleva la camiseta de líder, así que fue un buen día para el equipo. También los corredores de la clasificación pasaron bien estos días”.
Una dupla temible
Lamperti-Magnier se convierte poco a poco en un dúo temido. “Tenemos una buena relación, tanto dentro como fuera de las carreras. Estamos construyendo sobre nuestra conexión del año pasado, cuando ya estábamos en el mismo equipo (Trinity Racing, red.). Mira, entiendo a Luke. Él habla mucho por la radio y me indicó dónde debía correr, cuándo acelerar y dónde no hacerlo en los últimos kilómetros. A 250 metros me instó a darlo todo. Esperaba que me superara, pero sigue siendo un buen resultado terminar primero y segundo. La comunicación es muy buena y estamos aprendiendo mucho de esto”.
Un logro increíble a temprana edad
Sin embargo, es increíble que un joven de 19 años logre esto. “No es normal ganar tanto a esta edad”, considera Magnier. “He llegado al equipo correcto para ganar. Soudal Quick-Step es un equipo que gestiona muy bien los sprints. Tenemos aquí un montón de chicos con una gran experiencia. El año pasado, la colocación no era mi mayor habilidad, pero estos chicos pueden decirme qué hacer, cuándo y cómo. Conducir con un tren de ese estilo me ayuda mucho”.
Un programa cauteloso
Por ahora, su programa de competición se centra principalmente en carreras como la Lieja-Bastoña-Lieja U23, Giro Next Gen y el Campeonato Mundial Sub-23. “En el equipo saben que no debo quemarme. Todavía soy joven, por lo que necesito suficiente tiempo para recuperarme después de las carreras. Me fatigo rápidamente. Y no quieren que esté cansado en abril. La temporada es larga y también lo es mi carrera. Así que quieren darme períodos de descanso”.
Además, Magnier ve beneficios en todas estas carreras de promesas. “Las carreras U23 son más cortas y se corren a un ritmo más bajo. Así que también es bueno para mí lanzarme allí, para aprender mucho. Además, vendrán Strade Bianche y algunas carreras belgas en marzo. Pero no las clásicas más grandes ni grandes vueltas. Eso será para los próximos años”, concluye Magnier. Curiosamente, retomará su antiguo amor en el campeonato francés de mountain bike.