Tras intensas deliberaciones entre los corredores, la unión de corredores CPA y ASO, se ha decidido implementar una nueva aproximación hacia la zona de Trouée d’Arenberg, estableciendo una chicane como la alternativa más segura.
Opciones evaluadas para un recorrido más seguro
Entre las opciones consideradas, una destacó como la favorita de Adam Hansen, presidente de la unión de corredores, que sugiere una vía paralela a la ruta principal. Esta opción implica una combinación de giros que, aunque modera la velocidad, evita agregar peligrosas curvas en U. Sin embargo, un problema en el pavimento ha impedido su implementación este año, posicionándola como la alternativa preferible a futuro.
¿Por qué no las otras opciones?
Una segunda opción implicaba el uso de una vía privada en una zona residencial, descartada por problemas con la anchura y obstáculos como desagües sobresalientes, que la hacen inviable según las regulaciones actuales.
La implementación de la chicane
A pesar de la resistencia inicial, la implementación de la chicane emergió como la solución más segura para abordar la sección de adoquines. Esta decisión provino tras rondas de discusiones con los responsables de cada equipo, ofreciéndoles a todos una plataforma para expresar sus reservas sobre las tres opciones presentadas.
La postura de Mathieu van der Poel y la aceptación general
Aunque el campeón mundial Mathieu van der Poel ha calificado la chicane de ‘broma’ en redes sociales, Adam Hansen recalca que la unión representa a todos los corredores, no solo a las estrellas. La mayoría apoyó la introducción de la chicane, vista como un posible cambio de percepción respecto a la peligrosidad de esta sección, promoviendo un paso más seguro.
Esta innovación en el recorrido apunta a mejorar no solo la seguridad de los ciclistas sino también a transformar la experiencia competitiva en una de las secciones más emblemáticas de la carrera, garantizando así un espectáculo emocionante y seguro para competidores y aficionados por igual.