Jumbo-Visma no ganó la Tre Valli Varesine, pero Wilco Kelderman estaba satisfecho después de la semiclásica italiana. En la recta final, el neerlandés mostró un ataque mientras su líder, Primoz Roglic, cruzaba la meta en cuarto lugar.
Con 25 kilómetros por recorrer, Kelderman decidió lanzar un ataque junto con Warren Barguil. Fue un momento prometedor en la carrera, pero resultó ser solo un intermedio. «Debido al recorrido sinuoso y las muchas pendientes, fue una carrera difícil de controlar», concluyó Kelderman después de la carrera en el sitio web de su equipo Jumbo-Visma. «Aunque como equipo siempre estuvimos bien representados. Me ubiqué varias veces en el frente, al igual que Attila Valter. En la parte final, fue tarea de Primoz unirse a los favoritos, y eso es lo que hizo». Su líder luchó por la victoria en la recta final, pero esta vez se quedó en el cuarto puesto, justo fuera del podio.
Kelderman, quien finalizó la carrera en el decimoséptimo lugar, está satisfecho con su desempeño en la Tre Valli Varesine. «El plan era anticipar los intentos de ataque y forzar algo por nuestra cuenta. Varios chicos tuvieron la oportunidad de correr hoy. Fue difícil construir una gran ventaja en este recorrido, pero fue agradable correr de manera ofensiva y táctica».
Ahora, Kelderman dirige su mirada hacia el próximo sábado, cuando se llevará a cabo El Giro De Lombardía. «Podemos concluir que hemos hecho una buena carrera. Podemos afrontar con confianza El Giro De Lombardía del próximo sábado», es su conclusión.