Maxim Van Gils, el ciclista belga del equipo Lotto Dstny, ha tenido actuaciones sobresalientes en las competiciones de esta primavera, logrando un cuarto lugar en la clásica Liège-Bastogne-Liège y un tercer puesto en la Flecha Valona.
Una competencia cerrada contra los mejores
En la batalla por el último lugar del podio en Liège-Bastogne-Liège, Van Gils estuvo muy cerca pero finalmente fue superado por Mathieu van der Poel. «Es una pena, estuve muy cerca del podio. Esta es una de mis carreras favoritas, un monumento siempre es especial. Pero estoy orgulloso. El miércoles fui tercero y hoy cuarto, son resultados importantes», comentó en una entrevista con Sporza.
Desafiando las dificultades en la Côte de la Redoute
El punto culminante de la estrategia de Van Gils se dio en la Côte de la Redoute, donde logró colocarse en segunda posición justo detrás de Tadej Pogacar, quien había lanzado un fuerte ataque. «Andreas Kron y yo tomamos rutas diferentes en el descenso hacia la Redoute. Afortunadamente, logré colocarme en una buena posición. No tenía las mejores piernas, así que tenía pocas esperanzas, pero desde las carpas VIP en adelante me sentí bien», relató el ciclista.
El esfuerzo por hacer la diferencia
«Intenté marcar la diferencia y llegar a la cima con un grupo pequeño para que pudiéramos colaborar de manera más eficiente hacia la meta. Un grupo pequeño siempre se coordina mejor», explicó. A pesar de sus esfuerzos por alcanzar a Richard Carapaz y cerrar la brecha con Pogacar, reconoció que «la diferencia ya era demasiado grande» al final.
Reflexiones sobre los resultados y el futuro
Los logros de Van Gils en estas competiciones no solo resaltan su capacidad y determinación, sino también el potencial que tiene para futuras carreras. Aunque quedó a las puertas del podio, sus resultados son una señal clara de lo que es capaz y lo que está por venir.