Mathieu van der Poel ha roto su silencio con respecto a su tweet «Is this a joke», que encendió la polémica sobre la chicane instalada antes del acceso al Bosque de Wallers, un tema discutido ampliamente la semana pasada. El campeón mundial mantiene su posición de que la chicane no representa una solución adecuada.
Declaraciones de Van der Poel ante la controversia
“Creo que ahora será aún más crucial posicionarse adelante. Realmente no es una chicane, sino más bien una curva de 180 grados. Si el pelotón completo se aproxima a ella, solo cinco o diez ciclistas podrán tomar la curva. El resto quedará prácticamente detenido”, comentó Van der Poel ante nuestras cámaras.
“No creo que sea mucho más seguro, pero es positivo que busquen soluciones. Es uno de los puntos más peligrosos de la temporada, el camino hacia el bosque. Yo esperaba una chicane que redujera un poco la velocidad y organizara al pelotón en fila más que esta solución actual”.
Optimismo ante la Clásica del Infierno
Luego de recuperarse en España de la Vuelta a Flandes, Van der Poel se muestra ambicioso de cara a la Clásica del Infierno, competencia que disputará junto a su compañero de equipo y hombre en forma, Jasper Philipsen. “Debemos intentar crear una situación similar a la del año pasado. Si eso se logra, dependerá de muchos factores. En Roubaix tienes que estar libre de problemas para poder llegar. Se trata de estar observando constantemente a los demás. No hay muchos ciclistas que quieran llegar al final con Jasper”.
Además, Van der Poel anticipa una carrera menos sencilla que en la Vuelta, cuando la semana pasada dominó en el húmedo Koppenberg, dejando atrás a todos sus rivales y manteniendo la posición hasta la meta. “Había muchos competidores la semana pasada, pero en París-Roubaix hay menos puntos para hacer la diferencia. Y los problemas mecánicos juegan un papel aún más crucial que en la Vuelta”.