La relación con París-Roubaix: entre la esperanza y el desafío pasado
Mads Pedersen, a sus 28 años, enfrenta nuevamente el desafío de París-Roubaix, un reto que, aunque no haya sido del todo favorable en el pasado, le presenta una oportunidad para demostrar su recuperación y ambición. Antes de su caída en la carrera «Dwars door Vlaanderen», Pedersen estaba en la cima de su carrera, algo que busca replicar en Roubaix. En un encuentro con la prensa, incluyendo a WielerFlits, el líder del equipo Lidl-Trek compartió sus sensaciones y expectativas sobre la carrera.
Estado físico y mental de Pedersen para Roubaix
«Ahora me encuentro bastante bien», afirmó Pedersen con optimismo. Aunque el danés aún siente los efectos de su reciente caída, su confianza permanece intacta, especialmente al recordar su victoria en Gent-Wevelgem. A medida que las heridas sanan, su determinación parece solo fortalecerse.
Estrategias y recuerdos de la Ronde van Vlaanderen
Pedersen reflexiona sobre su enérgica actuación en la Ronde van Vlaanderen, una carrera donde, guiado por su instinto, decidió ignorar las instrucciones de su director deportivo. Esta experiencia, plagada de decisiones autónomas, le ha servido de aprendizaje para enfrentar los próximos retos.
La supremacía de Mathieu van der Poel
Al hablar de Mathieu van der Poel, Pedersen expresa admiración y reconoce la excepcional trayectoria de su competidor, aunque insiste en que no ve su relación como una rivalidad, sino más bien como un desafío personal para superarse cada vez que se presenta la oportunidad.
El escenario ideal para conquistar París-Roubaix
Para Pedersen, el éxito en París-Roubaix depende de varios factores, siendo el principal evitar un sprint contra Jasper Philipsen. Sueña con la victoria en solitario, un escenario que proporcionaría un margen cómodo y liberador para cruzar la meta.
El significado detrás de París-Roubaix
París-Roubaix no solo es un monumento para Pedersen sino también la competición que mejor se adapta a sus habilidades. A pesar del complicado pasado con esta carrera, el danés confía en su preparación y en la fortaleza de su equipo para enfrentar los desafíos que vendrán, apostando por superar obstáculos técnicos y aspirando a una victoria simbólica que aún se le escapa.
La posibilidad de conquistar un monumento
La ambición de Pedersen por añadir un monumento a su palmarés nunca ha sido más fuerte. Con la confianza en su forma física y el apoyo de un equipo sólido, el ciclista danés ve en el próximo París-Roubaix su mejor oportunidad hasta la fecha.
Polémica en el Bosque de Wallers
Abordando la controversia sobre la chicane antes del Bosque de Wallers, Pedersen prefiere mantener una postura neutral hasta después de la carrera, enfocándose en su principal objetivo: estar bien posicionado en los momentos cruciales para evitar altercados y posibles caídas.
Reflexiones finales sobre la seguridad y estrategia
Consciente de los peligros inherentes a las pavimentadas calles de Roubaix, Pedersen reitera la importancia de una actitud cautelosa y adaptable, resaltando que cada segmento de la carrera presenta sus propios riesgos y oportunidades para quienes aspiran al triunfo.