El ciclista neerlandés Lennard Hofstede colgó la bicicleta al final de la temporada pasada. El joven de tan solo 29 años había perdido el placer de montar en bicicleta después de sufrir largas dolencias físicas. «Quizás fui un poco demasiado amable con el ciclismo profesional», dijo al diario AD.
A pesar de los últimos años difíciles, Hofstede considera su carrera como «bastante exitosa». «Cuatro años como promesa en Rabobank y siete temporadas como profesional. Convertirme en profesional era mi sueño. Estoy agradecido por las muchas experiencias maravillosas que he tenido en ambos equipos ciclistas. Me despido del deporte de élite con una sonrisa.»
Un legado de lealtad y gratitud
Uno de sus mejores recuerdos son las victorias finales de Primož Roglič en la Vuelta a España, donde siempre estuvo presente como fiel lugarteniente y en momentos cruciales fue vital. A pesar de ello, Hofstede no tiene ninguna victoria profesional en su palmarés. «No tenía esa mentalidad asesina. Quizás fui un poco demasiado amable con el ciclismo profesional. Es posible que hubiera podido lograr aún más en términos de resultados.»
Un nuevo camino fuera del ciclismo
Después de su retiro, Hofstede no se queda inactivo. Tiene planeado un viaje alrededor del mundo con su esposa y luego espera poder estudiar. «En cualquier caso, voy a asistir a jornadas de puertas abiertas de la PABO. Me parece interesante la profesión de maestro en una escuela primaria. Los maestros son muy necesarios, sobre todo porque en los próximos años se jubilará mucha gente. Las jornadas de puertas abiertas son también una buena oportunidad para ver si la profesión de maestro es adecuada para mí. De lo contrario, buscaré otro destino.»