A pesar de tener menos de 20 años de historia, tanto las competiciones de la Strade Bianche como sus rutas turísticas han ascendido rápidamente a ser consideradas clásicas dentro del calendario ciclista. Las carreteras de grava blanca en la Toscana dotan a la carrera de un carácter único, atrayendo a participantes y espectadores por igual. WielerFlits destaca cinco sectores de grava toscanos icónicos de la competición y la ruta turística que definitivamente deberías conocer.
El Primer Sector: Vidritta
La competición apenas lleva quince kilómetros cuando se encuentra con el primer sector de grava frente al pelotón. Vidritta marca el comienzo real de la carrera, situado en una llanura entre las colinas toscanas y atravesando campos de cultivo. Con tan solo 2,1 kilómetros de longitud, no representa un reto físico extremo, principalmente porque también desciende algunos metros. Sin embargo, es un sector que puede impactar en la carrera, especialmente si el pelotón lo aborda a gran velocidad durante la primera hora.
El Más Corto: Monteaperti
La carretera más corta de toda la competencia y ruta turística es la de Monteaperti. Con apenas 600 metros de longitud, se extiende desde el pueblo de Montaperti hacia Siena, introduciendo al pelotón en el circuito local que marca el final absoluto de la competencia. Aunque breve, su inclinación del 8% y picos del 13% lo convierten en un desafío significativo.
El Más Largo: Lucignano d’Asso
El sector más extenso se reserva para la etapa más larga, ya que solo los profesionales masculinos compiten en Lucignano d’Asso. Con 11,9 kilómetros, esta sección constituye más del 5% de la carrera. Aunque no se considera excesivamente difícil, con solo tres estrellas de dificultad, sigue siendo un desafío considerable.
El Más Conocido: Monte Santa Marie
Monte Santa Marie es probablemente el sector de grava más reconocido de la Strade Bianche. Ubicado justo antes del tramo final de la competencia, este sector de 4,5 kilómetros cuenta con pendientes de hasta el 18%, posicionándose como uno de los segmentos más desafiantes de todo el recorrido.
El Más Empinado: Le Tolfe
De hecho, hay dos sectores que pueden reclamar el título del ‘más empinado’: Monte Santa Marie y Le Tolfe. Este último, aunque solo mide 1,1 kilómetros, presenta un inicio en descenso bastante pronunciado y una subida con una pendiente media del 13% y picos hasta del 18%, lo que lo convierte en una prueba de fuego hacia el final de la competencia.
Mathieu van der Poel, en 2021, lanzó un ataque explosivo en Le Tolfe, destacando aún más este sector. Después de superar este tramo, los ciclistas enfrentan 11,7 kilómetros de terreno ondulado, culminando con la ascensión a la vía Santa Catarina hacia el emblemático Piazza del Campo, marcando el final de una jornada épica.