La Scheldecross del sábado 23 de diciembre presenta el primer encuentro entre los Tres Grandes: Wout van Aert, Mathieu van der Poel y Tom Pidcock

El circuito de la prueba de la Copa del Mundo presenta este año algunos cambios significativos.

Cambio de ubicación

El recorrido sigue ubicado en Linkeroever, junto al río Escalda (Schelde). Destaca la playa de Sint-Annastrand, donde la organización traza varias pasajes de arena desde hace años.

Modificaciones

En 2022, Amberes se unió a la Copa del Mundo y Flanders Classics asumió por primera vez la organización en lugar de Golazo. «El cambio más drástico fue trasladar la meta a la dique junto al Escalda, lo cual se mantendrá este año», dijo Chris Mannaerts de Flanders Classics.

Punto de materiales

La reubicación más clara es el traslado del punto de materiales. «Antes estaba en el prado junto a la colina artificial que se recorría unas tres veces al año. Pero en términos de flujo de público, era un poco complicado. El punto de materiales ocupa mucho espacio, y estábamos bastante confinados en esa zona. Ahora lo hemos trasladado a la zona de acampada, donde los corredores solían estacionar. Es un área cerrada donde el séquito de los corredores puede estar en paz».

Otros cambios

Esto conlleva otros cambios. «Para los corredores, todo se sentirá bastante similar en comparación con el año pasado, pero ha cambiado más de lo que piensan (risas). A menudo son los mismos tramos, pero desde un ángulo diferente o en un momento diferente en la vuelta. Por lo tanto, no es tan evidente. Las características siguen siendo las mismas: el largo tramo de arena justo antes de la llegada, la colina artificial y los bucles de arena en la parte trasera del recorrido. Aunque esa arena está siempre en condiciones diferentes cada año».

Desafío

Organizar en Amberes sigue siendo un gran desafío, según Mannaerts. «Hay muchos edificios por los que tenemos que pasar. El desafío es asegurarse de que no se convierta en una carrera de parar y arrancar. Siempre se trata de encontrar un equilibrio y asegurarse de que haya suficientes secciones amplias en el circuito. Queremos evitar a toda costa que los corredores tengan que frenar cada cincuenta metros. Creo que lo hemos logrado, pero corresponde a los corredores juzgarlo».

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