El cicloturismo en Flandes tiene nombres que resuenan con eco entre las colinas: la Muralla de Geraardsbergen, Oude Kwaremont, Taaienberg, Koppenberg y, por supuesto, la Paterberg. Aunque quizás no sea la más desafiante, la Paterberg ha sido parte fundamental en la fase final de la Ronda de Flandes en años recientes.
Historia y Relevancia en la Ronda de Flandes
Desde su incorporación en 1986 al recorrido de la Ronda de Flandes, la ubicación de la Paterberg ha variado, pero su presencia es casi ineludible, precedida casi siempre por el Oude Kwaremont. Hasta la fecha, ha sido ascendida 52 veces en 38 ediciones, marcándose así como un desafío constante.
Características de la Paterberg
Ubicada en Kluisbergen, Bélgica, esta colina de 340 metros de distancia, con una elevación de 46 metros y una pendiente promedio del 13.4%, es renombrada por sus desafiantes características, incluyendo una inclinación máxima del 19% y el famoso empedrado flamenco que pone a prueba a cualquier ciclista.
Un Desafío Incluso Para los Profesionales
Los ciclistas amateurs pueden encontrar un alivio parcial al subirla por un costado evitado durante la Ronda de Flandes, donde se colocan barreras para asegurar que los profesionales enfrenten de lleno sus adoquines. Después de 250 kilómetros, el ascenso y el angosto giro a la izquierda hacia la cima representan un desafío monumental.
Impacto en la Competencia
Aunque la Paterberg rara vez decide el destino final de la carrera, ha sido escenario de momentos cruciales, como el ataque victorioso de Peter Sagan en 2016. Más comúnmente, grupos reducidos o parejas han dominado su ascenso para encaminarse hacia un final emocionante, como lo demostraron Mathieu van der Poel y Tadej Pogacar en 2022.
La Paterberg continúa siendo un hito imperdible en el cicloturismo por su rica historia en las competencias y su desafiante naturaleza. Su corta distancia está compensada por el peso de los momentos históricos que ha albergado, grabando cada metro en la leyenda del ciclismo de Flandes.