Un desafío anual para los ciclistas
Sin la competencia, sería simplemente otra calle sin importancia en los suburbios de Hoei. Sin embargo, para los ciclistas, el Chemin des Chapelles no es una vía más, especialmente durante un día al año cuando se convierte en el corazón del ciclismo mundial. Estamos hablando de la Muralla de Huy (Mur de Huy).
Favoritos para ganar la Flecha Valona
- Mattias Skjelmose: 4.00
- Dylan Teuns: 6.00
- Thomas Pidcock: 9.00
La dureza de la Muralla
A pesar de su longitud de solo 1,200 metros y 121 metros de desnivel, la Muralla de Huy es reconocida por todos los que la han enfrentado por su extrema dificultad. El tramo central, increíblemente empinado, convierte esta ascensión de las Ardenas en un verdadero reto a conquistar.
Un poco de historia
Desde 1985, la Flecha Valona ha sido casi siempre decidida en esta ascensión, donde la línea de meta ha estado ubicada desde entonces. Ese año, el legendario ciclista belga Claude Criquielion se llevó la victoria, siendo honrado por la ciudad con un monumento tras su fallecimiento.
Reyes y reinas de la cumbre
Alejandro Valverde, con cinco victorias, ha sido denominado el «Rey de la ascensión». Sin embargo, es más acertado hablar de una «Reina de la ascensión», ya que Anna van der Breggen dominó la Flecha Valona durante siete años consecutivos.
Un camino de peregrinación
Además de ser un reto ciclístico, la ascensión es una ruta de peregrinación hacia Notre-Dame de la Sarte. A lo largo del camino, se pueden encontrar seis pequeñas capillas blancas, dedicadas a los dolores de la Virgen María, con una séptima capilla en la iglesia en la cumbre.
Steil, steiler, steilst: Pendientes que desafían
La hazaña comienza antes de llegar al Chemin des Chapelles, aumentando gradualmente el grado de dificultad hasta alcanzar pendientes de hasta el 17% en un giro a la izquierda, conocido como la curva Criquielon, manteniendo una inclinación desafiante hasta la cima.
La recompensa en la cumbre
Tras una exigente lucha, la recompensa al alcanzar la cima no es el paisaje, sino la satisfacción de haber completado uno de los desafíos más duros del ciclismo de las Ardenas: la Muralla de Huy.