Jhonatan Narváez, el ciclista ecuatoriano, sorprendió a muchos al convertirse en el primer ganador de una etapa en el Giro d’Italia. A pesar de que no estaba entre los favoritos, Narváez y su equipo ya tenían marcada esta etapa como una gran oportunidad para él.
Una victoria que no sorprende al equipo
Narváez, perteneciente al equipo INEOS Grenadiers, expresó en una entrevista posterior a la carrera, la confianza que tenía en ganar esta etapa. «Ya sabíamos desde hace un mes que esta etapa estaba hecha a mi medida«, señaló, destacando la planificación y el trabajo realizado por su equipo para asegurar este triunfo.
Un triunfo más significativo que el anterior
Para Narváez, esta segunda victoria en el Giro es incluso más especial que la primera. «Es sin duda más hermosa debido al esfuerzo que conllevó seguirla«, comentó, haciendo referencia a la dificultad de competir contra los mejores escaladores del mundo. Esta victoria fue resultado de un duro trabajo y estrategia, enfatizando el valor de esta comparada con su anterior triunfo.
La estrategia en la etapa final
En la etapa final, Narváez tuvo una estrategia clara: esperar el momento adecuado para arrancar. Según él, su competidor, Pogacar, «comenzó su esprint demasiado pronto», lo que le dio la oportunidad de ejecutar un sprint más corto y efectivo hacia la victoria. Esta táctica resultó ser decisiva para su triunfo.
El honor de vestir la maglia rosa
Además de la victoria de la etapa, Narváez celebra el privilegio de llevar la maglia rosa. «Es increíble poder vestir la maglia rosa», afirmó el ciclista ecuatoriano. Según palabras de su director deportivo, oportunidades como esta son raras para corredores de su estilo, a menudo relegados a sprints masivos o prólogos al comienzo de las grandes vueltas. Esta victoria marca un momento destacado en su carrera, subrayando el triunfo como uno excepcionalmente gratificante.