El ciclista neerlandés Fabio Jakobsen aún busca su momento de éxito en el Giro d’Italia. A pesar de no destacar en la segunda etapa de sprint el pasado martes, continúa gozando de la confianza de su equipo, el DSM-Firmenich PostNL, especialmente en su camino hacia Andora.
Un desafío en la subida Colle delle Melogno
Jakobsen enfrentó dificultades en la única subida categorizada del día, la Colle delle Melogno (8,9 km al 4%). Sin embargo, no fue abandonado a su suerte; sus fieles gregarios, Julius van den Berg y Gijs Leemreize, lo llevaron de regreso al pelotón.
Gratitud hacia el equipo
Al finalizar la etapa en Andora en el puesto 22, Jakobsen expresó su agradecimiento en Instagram: “Estoy muy contento con mis increíbles compañeros de equipo que me ayudaron a superar”, destacando su esperanza de mejorar en los próximos días.
Un agradecimiento olvidado
Aunque Jakobsen fue asistido por Van den Berg y Leemreize, Ryan Mullen, el corredor irlandés del equipo BORA-hansgrohe, también ofreció ayuda inadvertidamente durante la etapa. Mullen respondió con humor a la publicación de Jakobsen: “Perdón, ¿dónde está mi mención?”
Esperanza de mejora
Jakobsen se muestra optimista respecto a las oportunidades futuras, anticipando más etapas que podrían terminar en un sprint. Con el apoyo de su equipo y la mejora potencial en su rendimiento, las próximas etapas del Giro d’Italia podrían ser prometedoras para el sprinter neerlandés.