Desde el cambio de año, Ryan Kamp ha estado circulando como el hombre de negro, pero no se equivoquen: el ciclista neerlandés de 23 años ha encontrado refugio después de su salida forzada de Pauwels Sauzen-Bingoal. Sin embargo, ¿han desaparecido todas las preocupaciones ahora? «Es difícil de estimar. Pero he recuperado la confianza de que, si sigo así, siempre habrá una solución», dice Kamp a WielerFlits.
Una oportunidad inesperada
La estructura construida por los hermanos Roodhooft para Kamp fue un último salvavidas. Al asegurar el respaldo de los patrocinadores Colnago y Campagnolo, le dieron a Kamp la oportunidad de continuar su carrera como ciclista individual. «Hace tres semanas no sabían cómo ayudarme. Todo tuvo que ser organizado rápidamente. Y aún no está todo resuelto. Recién la noche después de Zolder recogí mis dos primeras bicicletas, pero estoy muy contento de poder superar así el invierno.»
La sorpresa de no encontrar equipo
«A mí también me sorprendió, así que no es extraño que ustedes tuvieran ese mismo sentimiento. Es realmente extraño. Creo que estoy séptimo en la clasificación de la Copa del Mundo, fui quinto en el Campeonato Europeo. Y también estoy escalando fuertemente en el ranking de la UCI, porque el año pasado en esta época no pude sumar puntos debido a una conmoción cerebral. Que entonces no seas bienvenido en ningún lugar, es muy frustrante», explica Kamp.