Una larga espera llena de esperanza
Después de cuatro meses sin subir a lo más alto del podio, Dylan Groenewegen finalmente cruzó la línea de meta primero, declarando esta victoria como un gran impulso a su confianza. La victoria llegó tras una serie de posiciones de honor y algunos sprints no tan exitosos, lo cual hacía aún más ansiado este triunfo para el ciclista del equipo Jayco AlUla.
Inicio con triunfo pero seguido de una larga sequía
El comienzo de temporada de Groenewegen fue prometedor con una victoria en la Clàssica Comunitat Valenciana 1969. Sin embargo, para un esprínter de su calibre, el tiempo transcurrido hasta su próxima victoria fue inusualmente largo. “Ha pasado un tiempo desde la última vez, así que es muy gratificante volver a levantar las manos al cruzar la línea de meta. Estuve cerca en varias ocasiones, pero siempre faltó un poco,” explicó.
Agradecimiento al equipo
“Debo agradecer al equipo por nunca perder la confianza en mí. Siempre he sentido su apoyo y aunque no siempre fuimos recompensados, eso también forma parte del ciclismo,” comentó, reconociendo la importancia del apoyo de su equipo en sus esfuerzos. En la carrera Veenendaal-Veenendaal, se vio afectado por encontrarse bloqueado, pero admitió que también le faltó condición.
La ejecución perfecta en un final complejo
“Fue un final muy complicado, primero descendente y luego con una subida pronunciada,” relató sobre la preparación al esprint, que fue intensa y en momentos caótica. Groenewegen destacó la paciencia del equipo, esperando hasta el momento adecuado para atacar. En esta ocasión, todo salió como esperaba en el esprint, confiando en la fuerza de sus piernas para llevarse la victoria.
Un impulso antes del Tour de Francia
Esta victoria no solo marca el fin de su sequía sino que también actúa como un importante impulso de cara al Tour de Francia, que comenzará en poco más de un mes. “Sabemos cuál es el gran objetivo,” señaló Groenewegen, refiriéndose al Tour. A pesar de haber tenido unas últimas semanas difíciles debido a problemas de salud, se siente cada vez mejor y más confiado.
En conclusión, la victoria en la Ronde van Limburg no solo es un triunfo por sí mismo, sino también una promesa de lo que está por venir. Dylan Groenewegen mira hacia el futuro con un renovado sentido de optimismo y determinación de cara a sus próximos desafíos.