En una jornada emocionante del Giro de Italia, Tadej Pogacar lanzó un ataque esperado en la ascensión a Oropa, con todos sus rivales reacios a seguirle, excepto uno: el audaz Ben O’Connor. El ciclista australiano intentó mantenerse a la par con el esloveno, pero acabó pagando caro su osadía.
La Osada Jugada de O’Connor
«Si te acercas demasiado al sol, acabas quemándote», comentó jocosamente O’Connor al Global Cycling Network tras el intento. Admitiendo su temeridad, el australiano explicó: «Fui valiente. Quise intentarlo, seguir a Pog, pero probablemente fui el corredor más tonto en carrera». O’Connor no cedió hasta que «simplemente explotó», lamentando ser probablemente el segundo más fuerte, pero «el menos inteligente» en la estrategia de carrera.
El Momento de la Explosión
O’Connor se sentía «fantástico» en los primeros kilómetros de ascenso a Oropa, lo que lo llevó a pensar «¿por qué no intentarlo? Estás aquí para correr». El corredor de Decathlon AG2R reveló que nunca mira sus datos de potencia durante una escalada, guiándose solo por el instinto, una táctica que, en retrospectiva, quizás necesitaba revisión. «Si hubiera mirado mis datos, quizás hubiera visto mi error a tiempo», reflexionó.
Una Lección Dura pero Valiosa
La lección llegó cuando Pogacar aumentó su ritmo nuevamente, dejando a O’Connor luchando con sus propios límites y reconociendo finalmente la magnitud de su error. «Pensé que podría seguirlo, pero aposté demasiado y cometí un error considerable», admitió. Este intento le proporcionó una «gran lección», marcando el día con una experiencia de aprendizaje valiosa a pesar del resultado desfavorable.
Conclusiones y Posiciones
Al final, O’Connor cruzó la meta en la décimo tercera posición, a un minuto de Pogacar y a 33 segundos de los ciclistas más cercanos al líder. Esta etapa lo sitúa en el décimo lugar en la clasificación general, consolidando una actuación que, si bien no le brindó la victoria, le ofreció importantes enseñanzas de cara al futuro.