La ciclista de 38 años, Asleigh Moolman-Pasio, es una de las competidoras más experimentadas en el pelotón femenino. La corredora del equipo AG Insurance-Soudal es una rival temible sobre la bicicleta, pero también está comprometida fuera de ella. La sudafricana se esfuerza por ayudar a las jóvenes mujeres en su país de origen.
Empoderamiento a través del ciclismo virtual
Para Moolman-Pasio, la pandemia del coronavirus fue una verdadera revelación. Organizó recorridos virtuales semanales para sus clientes de Rocacorba Cycling. Descubrió que las mujeres presentes realizaban preguntas íntimas, que de otra manera no harían en el mundo real. Moolman-Pasio se dio cuenta de que las mujeres estaban más dispuestas a expresarse durante el ciclismo en línea.
“El ciclismo virtual crea una oportunidad para aumentar la participación y el empoderamiento de las mujeres”, afirmó la sudafricana en una entrevista con Cycling Weekly. “Se sienten más seguras y confiadas al interactuar con otros ciclistas desde la comodidad de sus hogares.”
Reducción de barreras y acceso al ciclismo
Así nació el Rocacorba Colectivo, una extensión de Rocacorba Cycling con sede en Girona. La experimentada ciclista utiliza su estatus en el pelotón profesional para reducir las barreras para las mujeres en su país natal, Sudáfrica. El siguiente paso es colaborar con Khaltsha Cycles, una tienda de bicicletas que opera desde contenedores marítimos en Khayelitsha Township.
El objetivo de la asociación es hacer que el ciclismo sea más accesible para las comunidades desfavorecidas. Los esfuerzos de la asociación ya han allanado el camino para la construcción de E-Centers, donde se pueden impartir clases y entrenar. La visión definitiva es crear un camino para que las mujeres africanas compitan en Europa. “La bicicleta es el igualador que reúne a las personas, pero el mundo del ciclismo virtual es la red que nos conecta”, comentó Moolman-Pasio.