El inicio de la temporada de ciclismo ha sido testigo del dominio absoluto de Alpecin-Deceuninck, con victorias impresionantes en el Milán-San Remo y la Ronde van Vlaanderen, los primeros dos Monumentos del año. Sin embargo, el director deportivo Christoph Roodhooft expresa su descontento ante las dudas sobre la fortaleza de su equipo.
Una demostración de fuerza en los clásicos
“Lidiar con una serie de analistas y columnistas en Flandes se ha vuelto un desafío,” indica Roodhooft, destacando la crítica constante hacia su equipo antes de los eventos importantes. El triunfo en la Ronde van Vlaanderen, sin embargo, fue una clara muestra de fortaleza y estrategia, especialmente al posicionar a Mathieu van der Poel para una espectacular victoria.
Confianza en sus capacidades
Roodhooft se muestra confiado en las habilidades de su equipo, especialmente después de demostrar su valía en momentos cruciales de las carreras. “Nuestras actuaciones hablan por sí solas”, señala, aludiendo a la presencia significativa de su equipo en fases determinantes de la competición.
El papel de Mathieu van der Poel
La figura de Mathieu van der Poel sobresale dentro del Alpecin-Deceuninck como una pieza clave para el éxito del equipo. A pesar de reconocer que pueden tener menos capacidad táctica que equipos como Visma | Lease a Bike o Lidl-Trek, Roodhooft está convencido de que, con un Van der Poel en forma, poseen un líder indiscutible que los diferencia del resto.
Optimismo ante el futuro
Con resultados contundentes en los primeros desafíos del calendario ciclístico, Alpecin-Deceuninck se posiciona como un equipo a tener en cuenta para el resto de la temporada, desmantelando cualquier duda sobre su competitividad y profundidad.