La segunda etapa de La Vuelta Femenina concluyó en un emocionante sprint, contrariamente a las expectativas, no fue Charlotte Kool ni Marianne Vos quienes se alzaron con la victoria. En cambio, fue Alison Jackson quien, tras una caótica y lluviosa fase final, cruzó la línea de meta en primer lugar.
El equipo cree firmemente en Jackson
La ciclista canadiense del EF Education-Cannondale no pudo ocultar su emoción al finalizar la carrera y durante la entrevista posterior a la misma. «Tuvimos que abrirnos paso al frente en la etapa final y realmente recuperar terreno», reflexionó sobre los últimos kilómetros llenos de tensión. «Mi compañera de equipo fue increíblemente fuerte, cerrando la brecha. Eso fue realmente increíble. Luego pude ir por la victoria».
Confianza a pesar del clima adverso
«Siempre sentí que podía ganar aquí. Incluso cuando comenzó a llover», continuó la ganadora de la etapa. «Tienes que ser mentalmente fuerte para eso. Debes seguir adelante, pero ser cauteloso y prestar atención. Mis compañeras de equipo hicieron eso por mí, y yo tomé las decisiones correctas. Por eso no me vi afectada por las caídas, sino que estaba justo detrás de ellas».
Un importante impulso
Para Jackson, este triunfo en La Vuelta Femenina es un importante impulso, especialmente después de una primavera algo decepcionante. «Tuvimos una primavera bastante desilusionante, con bastante mala suerte en los clásicos. Pero eso está fuera de nuestro control», admitió. «Solo puedes centrarte en lo que viene después. Con esa mentalidad entramos en la Vuelta. El equipo hoy tuvo realmente mucha fe en mí. Ganar una etapa en una gran vuelta es realmente increíble».