Continúa Brillando a sus 36 Años
El pasado domingo, en la etapa final de la Tirreno-Adriático, Alexander Kristoff demostró una vez más que, incluso a los 36 años, sigue siendo una fuerza con la que contar en el mundo del ciclismo. Inicialmente, intentó allanar el camino para la victoria de su compañero de equipo Søren Wærenskjold, pero al final se lanzó él mismo al esprint, logrando un impresionante segundo lugar. Sólo superado por el joven prodigio del sprint Jonathan Milan, pero quedando por delante de Jasper Philipsen. Este sábado tendrá una nueva oportunidad en Milán-San Remo, una clásica que ya conquistó en 2014.
Un Año de Altibajos
Hace un año, Kristoff apenas podía soñar con el nivel de forma que posee hoy. Después de una temporada exitosa con Intermarché-Wanty, el noruego hizo la transición al equipo ProTeam noruego Uno-X, pero no todo fue según lo planeado. «Esperaba obtener más buenos resultados para mí, pero me enfrenté a demasiados pequeños problemas al inicio de la temporada. Tuve mala suerte, pero espero haber guardado toda mi suerte para este año», confiesa.
Desafíos de Salud
«Estuve realmente enfermo debido a una reacción alérgica después de un tratamiento con antibióticos», detalla Kristoff sobre sus desafíos de salud. «Desde febrero hasta casi mayo, mi cuerpo estuvo constantemente cubierto de rojeces. Aunque no afectó directamente a mi rendimiento máximo, sí que prolongó mi tiempo de recuperación». Los momentos más difíciles llegaban cuando tenía que competir en etapas consecutivas. Su nivel disminuía progresivamente con cada día que pasaba.
Confiado en su Experiencia
A pesar de no haber cumplido con las altas expectativas tras su transferencia, Kristoff sigue siendo optimista. «Aún espero ser competitivo en las clásicas. Ganar es siempre difícil, pero he sido contratado principalmente por eso. Además, transmitir mi conocimiento a los jóvenes es algo que también valoran de mí», afirma.
A medida que los años avanzan, Kristoff admite que las rápidas llegadas al sprint se han vuelto más desafiantes. «Mantener tu explosividad en los sprints es lo más difícil. Pero miro a ciclistas como Mark Cavendish, que el año pasado ganó una etapa en el Giro a una edad mayor que la mía. Así que la edad puede ser relativa».
La Nueva Generación
Kristoff también está atento al ascenso de su medio hermano, Felix Ørn-Kristoff, 17 años, ya con un contrato profesional para 2026 y 2027 con el antiguo equipo de Kristoff, Intermarché-Wanty. «Felix quizás no sea tan rápido como yo, pero es muy fuerte. Podría convertirse en un buen ciclista para las clásicas en el futuro», comenta con orgullo.
Un Futuro Prometedor juntos
A pesar de no haber vivido juntos por mucho tiempo, Kristoff ve un futuro brillante para Felix en el ciclismo y espera poder compartir más entrenamientos con él, especialmente durante el verano. Con una relación cercana pero también competitiva, Alexander se muestra entusiasmado por lo que pueda traer el futuro para ambos.