El equipo Jumbo-Visma ha causado polémica entre los aficionados y los corredores profesionales actuales y antiguos debido a que Jonas Vingegaard y Primož Roglič atacaron al líder de la carrera y compañero Sepp Kuss en el Angliru en la etapa 17, pero mostraron un frente más unido en la última etapa de montaña. Vingegaard trabajó para Kuss durante la mayor parte de la subida final a La Cruz de Linares. Después de que Kuss siguió una aceleración de Juan Ayuso (UAE Team Emirates) en el último kilómetro de la subida y se puso al frente, Vingegaard le llamó por la radio. Después de que Kuss se detuviera, Vingegaard tomó la delantera para marcar el ritmo para el estadounidense hasta que Ayuso atacó de nuevo a 500 metros de la meta. Kuss pudo igualar fácilmente a los dos corredores y seguirlos en el sprint hasta la línea de meta. Roglič tuvo que esforzarse para ponerse a rueda de Kuss antes de la línea y terminó con el mismo tiempo. Vingegaard no siguió el sprint y cedió nueve segundos a su compañero de equipo.
El trío sigue liderando la clasificación general, con Kuss ahora 17 segundos por delante del ganador del Tour de Francia y Roglič tercero a 1:08. Ambos corredores proclamaron que apoyarían a Kuss. «Como he dicho varias veces, él es el primero», dijo Roglič sobre Kuss antes de responder: «Definitivamente, lo diría de esa manera» cuando se le preguntó si era difícil no estar compitiendo por la victoria. «Tengo mis propias ideas al respecto, pero intentaré mantenerlo como está.» Vingegaard fue más definitivo en su promesa de ayudar a Kuss cuando se le preguntó. «Seguro, es agradable poder devolverle el favor y hacer algo por Sepp, él ha hecho mucho por mí y por Primož, así que obviamente me gusta devolverle el favor hoy y también el sábado.»
Con una penúltima etapa montañosa de 208 km el sábado, seguramente habrá ataques para intentar romper el dominio de Jumbo-Visma en la Vuelta a España. «Obviamente hay una etapa realmente dura el sábado. Así que allí también tenemos que tener cuidado. Así que tenemos que seguir luchando hasta Madrid», dijo Vingegaard.