Tras el incidente de escupir a Mathieu van der Poel en la Copa del Mundo de Hulst, las reacciones antideportivas de los espectadores vuelven a ser un tema candente. La organización de la Duinencross de Koksijde (4 de enero) busca prevenir la repetición de estos incidentes y ha tomado medidas llamativas.
Medidas durante la verificación del recorrido
Los corredores podrán señalar a la policía a los alborotadores a lo largo del recorrido después de la verificación del recorrido en Koksijde. De esta manera, la organización pretende eliminar a las manzanas podridas del público antes del comienzo de la carrera. «Si los corredores durante las rondas de entrenamiento de verificación se enfrentan a personas que los atacan con abucheos y insultos o los atacan con vasos de cerveza y orina, pueden alertarnos antes del inicio», explicó Jan Deramoudt, representante del municipio organizador, en una entrevista con Het Nieuwsblad.
Medidas de seguridad adicionales
«Estamos en contacto directo con la policía, que hará esfuerzos adicionales en esta edición de la Duinencross para evitar que los llamados seguidores molesten o interfieran con los participantes», señaló Deramoudt. Con esfuerzos adicionales, Deramoudt se refiere al uso de drones policiales y la participación de policías adicionales de paisano. También se supervisarán de cerca las imágenes de las cámaras de televisión, incluso si la carrera no se transmite en vivo en televisión.
Objetivo de las medidas
La Duinencross espera que estas medidas extras «aborden la situación actual». «Como organización, tomamos la iniciativa para erradicar este problema del ciclocross. Es nuestra responsabilidad como organizadores velar tanto por el público como por los corredores. Todos deberían poder disfrutar del ciclocross de una manera agradable y segura, ya sea como espectador, trabajador o ciclista», afirmó Deramoudt.
Reacciones positivas
Adrie van der Poel aplaudió la iniciativa de la organización de la Duinencross. «Es una iniciativa fantástica, pero también es muy triste y lamentable que la organización deba emplear más personal para la seguridad y el bienestar de los corredores. Esto también significa costos adicionales para ellos. Esperemos que no tengan que seguir haciéndolo en el futuro y que la mala conducta desaparezca nuevamente. En la última competición, ya no hubo negatividad alguna. Por suerte», concluyó.