Jan Maas completó con éxito la Vuelta a España en septiembre, pero la última semana no fue agradable. Terminó su primera gran vuelta con costillas rotas, una infección pulmonar y una infección de las vías respiratorias. «No se lo dije a nadie, pero en los últimos dos o tres días también escupí sangre en los finales de etapa», dijo en Cycling Inside, un podcast de Niels Willemse, Coen Rijpma y el ciclista del Groupama-FDJ Lars van den Berg.
«Estaba como un zombie en la bicicleta. Las primeras dos semanas en realidad fui bastante bien, pero en la etapa trece caí en el descenso del Aubisque», comenzó Maas su historia. «Me rompí las costillas, resultó ser. En realidad sabía que las tenía rotas, pero no quería que me hicieran una radiografía. Tenía miedo de que el médico, la organización o quien sea dijera: no puedes cumplir tu sueño, no puedes terminar la Vuelta. Así que intenté terminar la Vuelta de la manera más valiente posible».
Tos
No se limitó a las costillas rotas, ya que durante el segundo día de descanso Jayco AlUla contrajo una enfermedad. Dos ciclistas abandonaron la carrera, uno de ellos con COVID-19. «Los tres hombres que quedamos (incluido Maas) no nos sentíamos bien. En ese momento no dimos positivo en las pruebas, pero todos estábamos tosiendo. No es agradable con costillas rotas o magulladas… Luego, las cosas empeoraron realmente».
Durante los últimos días, Maas se sentía como «un anciano», dice. «No se lo dije a nadie, pero en los últimos dos o tres días también escupí sangre en los finales de etapa. ¿No pensé que esto era demasiado? No se lo recomendaría a nadie y ahora tampoco lo haría yo mismo. Pero en ese momento… (…) Supongo que simplemente quería demostrármelo a mí mismo, había una motivación intrínseca, y la terquedad que tengo o algo así».
«Si me hubiera dado por vencido, me habría sentido como un tonto»
La noche después de llegar a Madrid, Maas no pudo dormir. «Cuando estaba acostado boca arriba, tosía sangre todo el tiempo, así que simplemente estaba en pánico». Por esa razón, fue al hospital el lunes, donde descubrieron que los alvéolos pulmonares estaban tan dañados por la tos que siempre estaban con sangre. También se mostraron radiografías que mostraban que tenía dos costillas rotas y más exámenes revelaron que tenía tanto COVID-19 como un virus de la gripe. «Uno afecta a los pulmones y el otro a las vías respiratorias».
«Si me hubiera dado por vencido en la Vuelta, simplemente me habría sentido como un tonto», dijo Maas por último. «Incluso llegué al punto de estar contento de haber tenido esas infecciones y costillas rotas, porque si solo hubiera roto una costilla y hubiera empeorado por el cansancio, me habría sentido como un perdedor. Eso es lo que pasa por mi cabeza».