Sam Bennett ha conseguido otra victoria en la Vuelta a Dunkerque, llevándose la quinta etapa de este evento, que a pesar de su nombre, dura seis días. Con un final en Cassel, el irlandés ha aprovechado el excelente trabajo de equipo de Decathlon AG2R en un recorrido particularmente desafiante, consolidando así su posición de líder con solo un día restante para el final.
Un recorrido retador desde Arques hasta Cassel
La etapa inició alrededor de las 12 del mediodía, presentando un recorrido duro que partía de Arques y finalizaba en Cassel. Esta incluyó una vuelta local de 14,6 kilómetros, con dos ascensos significativos: la Rue du Tambour (2,7 km al 4,5%) y la Avenue Achille Samyn (3 km al 4,3%), culminando con un tramo pavimentado conocido como Mont Cassel, ubicado un kilómetro después de la cima del Rue du Tambour. El mal tiempo, con viento y lluvia, añadió un nivel extra de dificultad para los ciclistas, que acumularon más de 2606 metros de ascenso a lo largo de la etapa.
Una escapada inicial con poca amenaza para el liderato
En los primeros 50 kilómetros, Fausto Masnada (Soudal Quick-Step), Enzo Leijnse (DSM-Firmenich PostNL) y Jérémy Lecroq (St Michel-Mavic-Auber93) lograron distanciarse. Aunque no representaban un peligro para el liderato general, se les permitió obtener una ventaja de unos cinco minutos. Masnada, mostrándose más fuerte, decidió continuar en solitario a mitad de la etapa.
Contrataques en la parte final
A 30 kilómetros de la meta, con dos vueltas locales y cuatro ascensos restantes, el pelotón se reagrupó. Los ataques no se hicieron esperar, especialmente de Kasper Asgreen (Soudal Quick-Step), quien, a pesar de una caída el primer día, mostró ambición. Se formó un grupo perseguidor con Asgreen, Samuel Watson (Groupama-FDJ), Thomas Gachignard (TotalEnergies), Joris Delbove (St Michel-Mavic-Auber93) y Alexis Guerin (Philippe Wagner/Bazin), incrementando la presión sobre el equipo Decathlon AG2R.
Bennett y el decisivo trabajo de equipo
En los momentos cruciales de la carrera, Bennett pudo contar con el apoyo de varios compañeros de equipo en un pelotón reducido, lo que permitió reducir cualquier brecha existente a unos pocos segundos antes de la última subida a Casselberg. Oliver Naesen jugó un papel clave al cerrar la última diferencia en favor de Bennett, quien en el caótico kilómetro final lanzó un potente ataque dejando atrás a Jenno Berckmoes (Lotto Dstny) y Paul Penhoët (Groupama-FDJ). Con esta victoria, Bennett no solo mantiene su liderazgo sino que parece haber asegurado su triunfo en la clasificación general antes de la etapa final.