Un duelo de estrategias y resistencia
Mirco Maestri, el ciclista italiano del equipo Polti Kometa, fue una de las figuras destacadas durante la duodécima etapa del Giro d’Italia, compartiendo protagonismo con Julian Alaphilippe. La pareja se aventuró en una fuga que comenzó a más de 130 kilómetros de la meta, marcando el ritmo de la competencia.
Una fuga con sabor a victoria
“Fue increíble afrontar esta escapada con un campeón como Alaphilippe”, compartió Maestri a través de los medios de su equipo. La admiración mutua entre los ciclistas fue evidente, pactando no atacarse y cooperar para liderar la etapa. A pesar de este acuerdo, Alaphilippe decidió aventurarse solo en el último ascenso del día, una movida estratégica que finalmente lo llevó a la victoria.
La dura batalla por mantenerse a la delantera
Maestri, por su parte, describió la etapa como una de las más duras de su vida, resaltando el esfuerzo colosal realizado para mantenerse competitivo. “Di todo lo que tenía. Fue un día extremadamente difícil, quizás el más difícil de mi vida”, confesó. Aunque finalmente no pudo seguir el ritmo de Alaphilippe en el último tramo, su esfuerzo no fue en vano, culminando la etapa en una admirable novena posición.
Un espíritu de camaradería y respeto mutuo
La relación entre ambos corredores se mantuvo cordial y respetuosa hasta el final de la etapa, con Alaphilippe agradeciendo a Maestri por el esfuerzo conjunto una vez cruzada la meta. “Alaphilippe me ayudó y me animó a seguir adelante, aunque no pude seguirlo en el último ascenso. Creo que fue muy difícil vencerlo, pero logramos el mejor resultado posible”, reflexionó Maestri sobre la experiencia.
El deportivismo y la estrategia encontrada en esta duodécima etapa del Giro d’Italia resaltan el espíritu de competencia y compañerismo, dejando una marca imborrable en la edición de este año del torneo.