Jonathan Milan logró una impresionante victoria al sprint en la cuarta etapa del Giro d’Italia, no sin antes experimentar una emocionante casi sorpresa por parte de Filippo Ganna con una atrevida escapada en los últimos kilómetros. Sin embargo, Ganna no pudo mantener la ventaja hasta el final.
El desafío de los sprinters
La cuarta jornada de la ronda italiana, con final en Andora, era una de las etapas marcadas como clave por los sprinters. No obstante, el verdadero reto estuvo al final, precisamente cuando faltaban poco más de cuatro kilómetros para la meta, momento en el que el pelotón tuvo que superar la subida de Capo Mele, de 1,6 km con una pendiente media del 4,3%.
La audaz ofensiva de Ganna
Esta situación fue aprovechada por Filippo Ganna para lanzar un potente ataque, creando una brecha significativa rápidamente y empezando la descenso con una buena ventaja. «¿Una escapada impresionante? No tanto, de lo contrario hubiera ganado. Sí, estoy un poco decepcionado», compartió Ganna durante la entrevista post-carrera con Rai.
«El ataque no fue premeditado, simplemente se presentó la oportunidad. Pero al final, los sprinters pudieron recuperar el control. Quizás si hubiera saltado un poco más cerca de la cima… podría haberlo logrado», explicó Ganna, quien fue absorbido por el grupo principal en el último kilómetro, cruzando la meta en la posición 97.
Conclusiones de una etapa llena de emociones
La victoria de Jonathan Milan en esta etapa del Giro d’Italia no solo demuestra su fuerza y destreza en el sprint, sino también la importancia de la estrategia y el timing en el ciclismo. Por otro lado, el intento casi exitoso de Ganna nos recuerda que en el ciclismo, la audacia y la sorpresa pueden cambiar el curso de una carrera en cualquier momento.