Un sprint decisivo hacia la victoria
La segunda etapa de Paris-Nice, que finalizó en Montargis, fue conquistada por Arvid de Kleijn. El ciclista neerlandés del equipo Tudor demostró ser el más rápido en el sprint, superando a Laurence Pithie y a Dylan Groenewegen. Esta victoria marca el primer triunfo de De Kleijn a nivel WorldTour a sus 29 años.
El camino hacia el triunfo
Los desafíos de la ruta
La etapa estuvo marcada por dos ascensos de tercera categoría, aunque su distancia considerable de la línea de meta minimizó su impacto en el desenlace. Sin embargo, el viento amenazó con complicar la jornada para los sprinters, agregando un elemento de incertidumbre.
La lucha por la escapada
La batalla por integrar la escapada del día no tuvo la intensidad acostumbrada, ya que el pelotón permitió sin mucha resistencia una fuga protagonizada por Jonas Rutsch (EF Education-EasyPost) y Mathieu Burgaudeau (TotalEnergies), destacando en la competencia por el maillot de la montaña.
Acción en el pelotón
Una reacción lenta
A pesar de la valiente escapada de Pascal Eenkhoorn (Lotto Dstny), el pelotón logró reincorporarlo rápidamente, manteniendo controlada la carrera hacia el siguiente desafío montañoso, donde Burgaudeau logró adueñarse finalmente del maillot de la montaña.
La preparación para el sprint final
La calma retornó al pelotón conforme se acercaba el final de la etapa, con los equipos de los sprinters tomando posiciones para el embalaje. A pesar de un sprint caótico, De Kleijn supo posicionarse adecuadamente para lanzar su ataque final y cruzar primero la meta, seguido de cerca por Laurence Pithie y Dylan Groenewegen.
Consecuencias en la clasificación general
Gracias a los puntos de bonificación en la llegada, Laurence Pithie ascendió al primer lugar de la clasificación general, aunque las diferencias entre los primeros clasificados siguen siendo mínimas. La etapa de mañana, una contrarreloj por equipos, promete ser decisiva en la lucha por el liderato.
Una victoria memorable
Para Arvid de Kleijn, esta victoria no solo representa su primer triunfo en el WorldTour, sino también una confirmación de su estatus como sprinter de élite, tras haber logrado varios podios en el UAE Tour más temprano este año.