El campeón colombiano Alejandro Osorio logró una formidable victoria el pasado jueves en la Tour Colombia. El corredor de 25 años, que corre para el equipo GW Erco Shimano, superó en la tercera etapa a ciclistas como Rigoberto Urán y Egan Bernal, mostrando así destellos de su potencial. Un nivel que le valió un contrato con Bahrain-Victorious, del cual fue despedido rápidamente.
Descontento por el despido
Osorio considera injusto su despido del equipo Bahrain. Aún le duele. Después de apenas tres meses en el equipo, le pidieron que se marchara. En un comunicado corto en ese momento, Bahrain declaró que despidieron a Osorio por «varias violaciones contractuales». «No era suficiente como para destruir a alguien», expresó el colombiano a Cyclingnews. «Para mí, fue como la destrucción de mi carrera».
Intento de demanda y obstáculos
Después de su salida, Osorio mencionó que planeaba demandar por despido injustificado, pero los recursos eran escasos. «No podía permitirme contratar a un abogado para apelar contra un equipo como Bahrein, que tiene mucho dinero», comentó Osorio.
Razones del despido
Osorio detalló algunas de las razones que le dieron para su despido. «Un día fui a una heladería y me dijeron que no seguía las instrucciones del nutricionista», dijo. «Otro día fui a un centro comercial a comprar una tarjeta SIM y me dijeron que rompí la burbuja de salud de COVID», relató el ciclista sobre sus supuestas violaciones contractuales.
Errores y reflexión
«Después me puse muy enfermo después de Strade Bianche y me pusieron en aislamiento. Me fui a casa en Andorra sin sacar mi casco del autobús. Una vez allí, me dije que no debía salir con un casco de otra marca, y cometí el error de subir la ruta de un amigo a mi perfil de TrainingPeaks. Eso fue lo más grave que hice. Sí, fue un error, pero no lo suficientemente grave como para destruir a alguien, como ellos hicieron», explicó Osorio sobre sus acciones.
El futuro de Osorio
Sobre su futuro, el campeón colombiano no se atreve a hacer muchos pronósticos. Quiere demostrar, de manera positiva, que merece estar en el más alto nivel. «Ahora simplemente disfruto de donde estoy. Pero si Dios me quiere en Europa, me encantaría ir», concluyó Osorio.